Jesús nos enseño a orar.

En la Biblia hay muchos modelos de oración que nos pueden guiar en nuestro devocial diario, sin embargo, la oración conocida como "El Padre Nuestro", enseñada por nuestro Señor Jesucristo, tiene una especial importancia. A continuación transcribo la sección sobre la oración del Catecismo Menor de Westminster:

P. 98. ¿Qué es la oración?
R.La oración es un acto por el cual manifestamos a Dios, en nombre de Cristo, nuestros deseos de obtener aquello que sea conforme a su voluntad, confesando al mismo tiempo nuestros pecados y reconociendo con gratitud sus beneficios. Sal. 10:17; Sal. 62:8; Mateo 7:7–8.; 1 Juan 5:14; Juan 16:23–24; Sal. 32:5–6; Dan. 9:4–19; 1 Juan 1:9; Sal. 103:1–5; Sal. 136; Fil. 4:6.

P. 99. ¿Qué regla nos ha dado Dios para dirigirnos en la oración?
R.Toda la palabra de Dios es útil para dirigirnos en la oración; pero la regla especial es aquella oración que Cristo enseñó a sus discípulos y que comúnmente se llama "La Oración del Señor". 1 Juan 5:14.; Mateo 6:9–13.

P. 100. ¿Qué nos enseña el prefacio de la Oración del Señor?
R.El prefacio de "La Oración del Señor", que dice: "Padre nuestro, que está en los cielos", nos enseña a acercarnos con santa reverencia y toda confianza a Dios como a un padre que puede y quiere socorrernos; y también a orar con otros y por otros. Sal. 95:6; Ef. 3:12; Mateo 7:9–11; Cf. Lucas 11:11–13; Ro. 8:15; Ef. 3:20; Ef. 6:18; 1 Tim. 2:1–2.

P. 101. ¿Qué rogamos en la primera petición?
R.En la primera petición, que dice: "Santificado sea tu nombre", rogamos que Dios nos ayude nosotros y a los demás hombres a glorificarle en todo aquello por lo cual se da a conocer, y también que él disponga todas las cosas para su propia gloria. Sal. 67:1–3; Sal. 99:3; Sal. 100:3–4; Rom. 11:33–36; Apoc. 4:11.

P. 102. ¿Qué rogamos en la segunda petición?
R.En la segunda petición que dice: 'Venga tu reino", rogamos la destrucción del reino de Satanás; el progreso del reino de gracia; que nosotros y los demás hombres seamos introducidos y conservados en éste; y que venga pronto el reino de gloria. Mateo 12:25–28; Rom. 16:20; 1 Juan 3:8; Sal. 72:8–11; Mateo 24:14; 1 Cor. 15:24–25; Sal. 119:5; 2 Tes. 3:1–5; Apoc. 22:20.

P. 103. ¿Qué rogamos en la tercera petición?
R.En la tercera petición, que dice: "Sea hecha tu voluntad como en el cielo así también en la tierra, rogamos que Dios, por su gracia nos dé facultad y buena disposición para conocer, obedece y someternos en todo a su santa voluntad, así como lo hacen los ángeles en el cielo. Sal. 19:14; Sal. 119.; 1 Tes. 5:23; Heb. 13:20–21; Sal. 103:20–21; Heb. 1:14.

P. 104. ¿Qué rogamos en la cuarta petición?
R.En la cuarta petición que dice: "Danos hoy nuestro pan cotidiano" rogamos a Dios, el dador de todo lo bueno, que nos dé una porción suficiente de las cosas temporales, y que con ella nos conceda el goce de su bendición. Prov. 30:8–9; Mateo 6:31–34; Fil. 4:11, 19; 1 Tim. 6:6–8.

P. 105. ¿Qué rogamos en la quinta petición?
En la quinta petición que dice: "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores", rogamos que Dios, por amor a Cristo, perdone gratuitamente todos nuestros pecados; y somos estimulados a pedir esto, porque con su gracia, nos hallamos en disposición de perdonar sinceramente a otros. Sal. 51:1–2, 7, 9; Dan. 9:17–19; 1 Juan 1:7; Mateo 18:21–35; Ef. 4:32; Col. 3:13.

P. 106. ¿Qué rogamos en la sexta petición?
En la sexta petición, que dice: "No nos metas en tentación más líbranos del mal", rogamos que Dios nos guarde de ser tentados a pecar, o que nos sostenga y nos libre cuando seamos tentados. Sal. 19:13; Mateo 26:41; Juan 17:15; Lucas 22:31–32; 1 Cor. 10:13; 2 Cor. 12:7–9; Heb. 2:18.

P.107. ¿Qué nos enseña el final de la Oración Dominical?
R.El final de la Oración Dominical, que dice: "Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria por todos los siglos. Amén", nos enseña a derivar solamente de Dios los incentivos que nos mueven a orar; y también a alabarle en nuestras oraciones, atribuyéndole a él sólo el dominio y el poder y la gloria. Y en testimonio de nuestro deseo y seguridad de ser oídos, decimos: "Amén". Dan. 9:4, 7–9, 16–19; Lucas 18:1, 7–8; 1 Cron. 29:10–13; 1 Tim. 1:17; Apoc. 5:11–13; 1 Cor. 14:16; Apoc 22:20..